Bueno pues aquí seguimos una noche más en mi triste y solitaria vida, aunque estoy feliz y acompañado. Porque yo mismo me acompaño, para escribir sobre un tipo de relación que no tiene nombre, no tiene definición. Os hablo de cuando se es algo más que amigos, pero menos que novios, sin ser un rollo. Sintiendo algo, siendo algo, algo que te une a la otra persona de manera especial, algo que hace que cuando estés con esa persona estés tranquilo, relajado, ten sientes a salvo, como en casa, y ver que esa persona se siente igual, y sin embargo, no ser, hacer nada, simplemente ser dos personas especiales con una relación especial, aunque no estemos saliendo, no importa, da igual, estamos bien como estamos, ¿para qué cambiarlo? Si total, me basta con apoyar la cabeza sobre su pecho y notar como poco a poco se le acelera el corazón, ir acariciando su cuerpo despacio, suavemente, y sentir como su corazón se acelera aun más, cogerla de la mano, y sentir como fluye esa energía, ese algo especial a través de nuestros dedos, y que me pida que le haga cosquillitas en el brazo, y en la pierna, y que poco se vaya relajando, se vaya sintiendo cada vez más agusto, hasta quedarse medio dormida en mis brazos, y agarrarla para que no se caiga del sofá. Aunque a veces al azar la vista encuentre su cuello y me entren unas ganas locas de besarlo, y seguir alzando la mirada y encontrar esos labios que tantas veces quise probar, esa sonrisa, siempre deseé que fuese mia, y nisiquiera por todo esto último cambiaría lo que tengo ahora, ni amistad ni amor, simplemente algo especial, me gusta que sea así, no lo cambiaría por nada del mundo, porque cambiarlo, supondría arriesgarme a perderlo, y eso es algo que no sería capaz de perdonarmelo nunca, y si así estamos bien ¿para qué cambiarlo?
Porque así lo he escrito...
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